La fascitis plantar es la consecuencia más común de la sobrecarga permanente de las plantas de los pies en países industrializados. Los suelos duros y el calzado con suelas duras y/o rígidas, y de soporte garantizan que una gran parte de la carga tenga que ser transportada por el talón cuando se anda y se está de pie. Esto con frecuencia lleva a que se presente dolor y malestar a largo plazo en el área del talón. Las soluciones de la medicina son extremadamente caras o empeoran la situación a largo plazo, porque no se combaten las causas, sino solo los síntomas.
Definición
La fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar, la cual recorre la planta del pie desde el talón hasta los dedos. Puede aparecer el dolor en la zona exterior o central del arco plantar (puente) o en el talón. Por norma general, la fascitis más dolorosa es la que aparece en la zona del talón, por ser ésta la zona que mayor impacto recibe al caminar o correr.
Causas
La inflamación de la fascia plantar es una reacción de nuestro cuerpo a una sobrecarga en este área. La causa de la fascitis plantar suele ser una tensión demasiado grande en el punto donde duele. Como resultado, la fascia plantar se acorta y se adhiere (el cuerpo quiere fortalecerla para contrarrestar la sobrecarga) y en consecuencia hay aún más presión en el área dolorida. Una de las causas principales del acortamiento del tendón plantar es la restricción del movimiento del pie en el día a día. Puesto que normalmente nos movemos sobre superficies duras y llevamos calzado rígido y con poca amortiguación (por ejemplo, zapatos de seguridad, zapatos con suelas de caucho o demasiado finas y tacones o cuñas rígidas), la libertad de movimiento de nuestros pies está muy limitada. Como resultado, la mayoría de las articulaciones del pie nunca se utilizan completamente. Parecen superfluas para el cuerpo, y éste comienza a adaptar los pies (construidos por la naturaleza para ser altamente móviles) a la vida cotidiana, estabilizándolos o "endureciéndolos".
Por lo que respecta a la fascia
Todo el cuerpo está recubierto por las fascias (lo que se solía llamar tejido conectivo), que están conectadas entre sí. De este modo, la zona dolorosa de la planta del pie también está conectada con el resto de fascias a través de toda la cadena Myo-Fascial posterior. Si hay adherencias y/o acortamientos en una o más áreas de esta cadena, hay una cantidad antinatural de tensión en toda la línea. Estas adherencias y acortamientos son causados por caminar y estar de pie de forma poco natural en los duros y planos suelos cotidianos, así como por estar sentado durante mucho tiempo. Si tenemos una carga fuerte en la planta del pie (fascia plantar) durante un tiempo prolongado debido a condiciones de tensión, el periostio (que comprende la fascia) que rodea el talón se separa del hueso. La reacción del cuerpo ahora es que quiere llenar la cavidad resultante con material óseo adicional. Esto lo hace con los llamados osteoblastos (células formadoras de hueso). De este modo, el hueso crece en la dirección en la que su cáscara es "arrancada". Se desarrolla un espolón en el talón (osificación). El dolor en sí no se desencadena directamente por el espolón del talón (u osificación) (ya que en realidad se trata de un proceso natural), sino que surge cuando el espolón se interpone en el camino de un nervio sensible.
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Caminar sobre un terreno duro y plano: El movimiento antinatural sobre un suelo duro y plano puede reducir el rango de movilidad de los pies debido a que no favorece el balanceo natural y activo del pie (del talón a la punta del pie). Esta falta de movimiento de balanceo impide un breve esfuerzo de tracción activo y, por tanto, el estiramiento de la fascia plantar, lo que provoca una pérdida de elasticidad. Esto puede acortar la fascia plantar, haciéndola pegajosa y frágil. La reducción del rango de movilidad de los pies y, por lo tanto, de la fascia plantar, puede además disminuir el flujo sanguíneo a la fascia plantar, lo que también puede hacerla frágil y pegajosa. Caminar sobre suelos duros y planos puede causar daños porque toda la fuerza actúa sobre la fascia plantar sin ser absorbida cuando el talón golpea el suelo.
La adhesión, el acortamiento y el enredo de la fascia alrededor de la fascia plantar pueden producirse debido a esta tensión excesiva y al sobreuso, o como función protectora. Estos cambios estructurales de la fascia (a menudo en la planta del pie y en la zona de la pantorrilla) pueden dar lugar a una inflamación de la fascia plantar y, en consecuencia, pueden conducir a un micro desgarro y la formación de una cavidad entre el tendón y el hueso. - Calzado inadecuado: Además de caminar sobre un suelo duro y rígido, un calzado inadecuado con suela rígida puede intensificar los efectos antes mencionados y, por tanto, las consecuencias, provocando una mayor restricción del rango de movimiento y un aumento de las fuerzas que actúan sobre la fascia.
- Falta de movilidad: La falta de movilidad provoca la degeneración de los músculos de soporte en todo el cuerpo y, sobre todo, en la zona de los pies y las extremidades inferiores, lo que puede conducir a un debilitamiento de los músculos de los pies y a una desalineación de los mismos. Las consecuencias se describen en el siguiente apartado. Además, la falta de movilidad provoca un flujo sanguíneo insuficiente en la fascia plantar, lo que puede volverla frágil y pegajosa y aumenta el riesgo de lesiones.
- Debilitamiento de los músculos de los pies y desalineación de los pies: El debilitamiento de los músculos de los pies puede provocar la caída del arco longitudinal, lo que da lugar a pies planos. Cuando el arco longitudinal desciende, aumenta la tensión en la fascia plantar, lo que puede provocar el microdesgarro antes mencionado y la formación de una cavidad. Además, el debilitamiento de la musculatura del pie puede hacer que el pie caiga hacia dentro (pronación) o hacia fuera (supinación), lo que provoca una torsión adicional de la fascia plantar y, por tanto, una tensión y sobrecarga. El debilitamiento de los músculos del pie también pueden llevar a una dorsiflexión e inversión del pie. La caída incontrolada del pie después de que el talón toque el suelo también puede llevar a un aumento de la fuerza y la tensión en la fascia plantar, y por lo tanto, a la tensión y a la sobrecarga.
Síntomas
Es importante tener en cuenta que los siguientes síntomas se dan frecuentemente con la fascitis plantar y el espolón calcáneo. Es posible que se produzcan síntomas atípicos que no se mencionan aquí. Los síntomas suelen depender de varios factores como la percepción del dolor, la causa de la lesión, el grado de la misma, la condición física, etc. Es aconsejable consultar a un médico para obtener un diagnóstico definitivo.
- Dolor al dar los primeros pasos por la mañana, o después de estar sentado durante mucho tiempo.
- Las molestias aparecen gradualmente y empeoran con el tiempo.
- Al principio, el dolor sólo se produce con el uso excesivo (caminando, haciendo deporte, etc...).
- El dolor se localiza en el talón y puede irradiar a toda la planta del pie.
- Se siente un dolor ardiente, como si se estuvieran pisando clavos o brasas.
- El esfuerzo extremo de los pies, como cuando se salta, aumenta el dolor.
- Dolor al subir los dedos y al rodar el pie desde el talón hasta la punta.
Efecto de kybun Joya
El efecto de kybun Joya pretende tratar la fascitis plantar y el espolón calcáneo con la terapia descrita en lo que sigue, protegiendo la fascia plantar del uso excesivo y la tensión. Independientemente de si el dolor es causado por la fascitis plantar o espolón calcáneo, el efecto de kybun Joya es el mismo:
- Distribución optimizada de la presión
- Movilización y estiramiento de la fascia plantar
- Activación y fortalecimiento de los pies
- Activación de una marcha natural y fisiológica de la marcha
- Amortiguación del perjudicial impacto al caminar o correr
- Cuidado y protección de la fascia
- Mejora de la circulación