Cómo te ayuda kybun Joya si tienes fascitis plantar o espolón de talón

La fascitis plantar es la consecuencia más común de la sobrecarga permanente de las plantas de los pies en países industrializados. Los suelos duros y el calzado con suelas duras y/o sin elasticidad, y de soporte garantizan que una gran parte de la carga tenga que ser cargada en el talón y el arco plantar cuando se anda y se está de pie. Esto con frecuencia lleva a que se presente dolor y malestar a medio y largo plazo en el área de la fascia plantar. Las "soluciones" de la medicina suelen ser muy invasivas (cirugía), invasivas (infiltración) o de estabilización (plantillas ortopédicas) y empeoran la situación a largo plazo, porque no se combaten las causas, sino solo los síntomas.

La fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar, la cual recorre la planta del pie desde el talón hasta los dedos. Puede aparecer el dolor en la zona exterior o central del arco plantar (puente) o en el talón. Por norma general, la fascitis más dolorosa es la que aparece en la zona del talón, por ser ésta la zona que mayor impacto recibe al caminar o correr.

La inflamación de la fascia plantar es una reacción de nuestro cuerpo a una sobrecarga en este área. La causa de la fascitis plantar suele ser una tensión demasiado grande en el punto donde duele. Como resultado, la fascia plantar se acorta y se adhiere (el cuerpo quiere fortalecerla para contrarrestar la sobrecarga) y en consecuencia hay aún más presión en el área dolorida. Una de las causas principales del acortamiento del tendón plantar es la restricción del movimiento del pie en el día a día. Puesto que normalmente nos movemos sobre superficies duras y llevamos calzado rígido y con poca amortiguación (por ejemplo, zapatos de seguridad, zapatos con suelas de caucho o demasiado finas y tacones o cuñas rígidas), la libertad de movimiento de nuestros pies está muy limitada. Como resultado, la mayoría de las articulaciones del pie nunca se utilizan completamente. Parecen superfluas para el cuerpo, y éste comienza a adaptar los pies (construidos por la naturaleza para ser altamente móviles) a la vida cotidiana, estabilizándolos o "endureciéndolos".